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Salida des de la población de Sant Feliu de Guíxols y bordeando la costa pasaremos por cala del Molí, cala Maset y playa de Sant Pol. Prosiguiendo nos encontraremos S’Agaró donde el Camí de Ronda® se reconvirtió en un paseo novocentista planificado y diseñado por el arquitecto Rafel Masó en el año 1916. La ruta continua hacia la playa de Sa Conca y después rodeando la desembocadura del río Ridaura, llegamos a la población de Platja d’Aro. Cruzamos esta población por el paseo marítimo y nos dirigimos hacia Sant Antoni de Calonge. El tramo que viene a continuación es espectacular ya que el Camí de Ronda® se convierte en un estrecho sendero que serpentea entre acantilados, calas de agua cristalina y playas de arena de grano grueso. El tramo de Sant Antoni de Calonge hasta Palamós transcurre por un agradable paseo marítimo al lado de la playa.
Dejamos atrás Palamós y después de cruzar cala Margarita subimos a la cima del cap Gros. Las vistas desde este punto son excelentes. En breve llegamos a la playa de la Fosca, donde hay las ruinas del castillo de Sant Esteve. A partir de ahí empieza el tramo más salvaje del Camí de Ronda®. Pasamos por s’Alguer, pequeño núcleo de pescadores de arquitectura tradicional mediterránea, la playa de Castell una de las únicas playas vírgenes de la Costa Brava, cala Canyers, cala dels Corbs, cala Estreta, cap de Planes y el Crit. A continuación subimos hasta cap Roig, para descender hasta la playa del Golfet y sin darnos cuenta llegaremos a Calella de Palafrugell. Desde aquí seguimos hasta Llafranc, el faro de Sant Sebastià, cala Pedrosa y Tamariu. A partir de esta población nos adentraremos por senderos estrechos que transcurren por medio del bosque hasta llegar a la playa de Aiguablava, port de ses Orats y Fornells. Para finalizar, después de una fuerte y mantenida subida, llegaremos a la población de Begur.
Salida des de la población de Sant Feliu de Guíxols y bordeando la costa pasaremos por cala del Molí, cala Maset y playa de Sant Pol. Prosiguiendo nos encontraremos S’Agaró donde el Camí de Ronda® se reconvirtió en un paseo novocentista planificado y diseñado por el arquitecto Rafel Masó en el año 1916. La ruta continua hacia la playa de Sa Conca y después rodeando la desembocadura del río Ridaura, llegamos a la población de Platja d’Aro. Cruzamos esta población por el paseo marítimo y nos dirigimos hacia Sant Antoni de Calonge. El tramo que viene a continuación es espectacular ya que el Camí de Ronda® se convierte en un estrecho sendero que serpentea entre acantilados, calas de agua cristalina y playas de arena de grano grueso. El tramo de Sant Antoni de Calonge hasta Palamós transcurre por un agradable paseo marítimo al lado de la playa.
Partimos de Palamós y después de cruzar cala Margarita subimos a la cima del cap Gros. Las vistas desde este punto son excelentes. En breve llegamos a la playa de la Fosca, donde hay las ruinas del castillo de Sant Esteve. A partir de ahí empieza el tramo más salvaje del Camí de Ronda®. Pasamos por s’Alguer, pequeño núcleo de pescadores de arquitectura tradicional mediterránea, la playa de Castell una de las únicas playas vírgenes de la Costa Brava, cala Canyers, cala dels Corbs, cala Estreta, cap de Planes y el Crit. A continuación subimos hasta cap Roig, para descender hasta la playa del Golfet y sin darnos cuenta llegaremos a Calella de Palafrugell. Desde aquí seguimos hasta Llafranc.
Salimos de Llafranc y después de una fuerte subida llegamos a la montaña de San Sebastià, donde hay el faro más potente de la península, una ermita, una torre de vigilancia de origen medieval y los restos de un poblado ibérico. Desde este punto, a los pies del acantilado conocido como el salt de Romaboira, las vistas de la costa son impresionantes. Bajamos por un sendero dirección cala Pedrosa y después serpenteamos los acantilados dirección Tamariu. A partir de esta población nos adentraremos por senderos estrechos que transcurren por medio del bosque hasta llegar a la playa de Aiguablava, port de ses Orats y Fornells. Para finalizar, después de una fuerte y mantenida subida, llegaremos a la población de Begur.
Partimos de Palamós y después de cruzar cala Margarita subimos a la cima del cap Gros. Las vistas desde este punto son excelentes. En breve llegamos a la playa de la Fosca, donde hay las ruinas del castillo de Sant Esteve. A partir de ahí empieza el tramo más salvaje del Camí de Ronda®. Pasamos por s’Alguer, pequeño núcleo de pescadores de arquitectura tradicional mediterránea, la playa de Castell, una de las únicas playas vírgenes de la Costa Brava, cala Canyers, cala dels Corbs, cala Estreta, cap de Planes y el Crit. A continuación subimos hasta cap Roig, para descender hasta la playa del Golfet y sin darnos cuenta llegaremos a Calella de Palafrugell.
Dejamos atrás Calella y vamos llaneando hasta llegar a la población de Llafranc, donde el escritor inglés Tom Sharpe, autor de la novela “Wilt”, vivió desde los años 90 hasta su muerte en junio de 2013. Después de una fuerte subida llegamos a la montaña de San Sebastià, donde hay el faro más potente de la península, una ermita, una torre de vigilancia de origen medieval y los restos de un poblado ibérico. Desde este punto, a los pies del acantilado conocido como el salt de Romaboira, las vistas de la costa son impresionantes. Bajamos por un sendero dirección cala Pedrosa y después serpenteamos los acantilados dirección Tamariu.
Etapa de montaña suave y agradable. El punto de salida se encuentra en la catedral de Girona, y después de hacer un tramo urbano de interés histórico avanzaremos por el valle de Sant Daniel hasta encontrar el antíguo camino del Santuari dels Àngels. En este tramo las vistas de Girona son espectaculares. De aquí en adelante, caminando por senderos sombríos y hondonadas, nos sumergiremos en el macizo de les Gavarres hasta llegar a Cassà de la Selva. Cruzaremos la población por el centro y después continuaremos por la antigua vía del ferrocarril reconvertida en un eje de tránsito lúdico hasta llegar a Llagostera.
Etapa de desniveles suaves que nos permitirá conocer el macizo de l’Ardenya. Tan pronto como salimos de Llagostera nos adentramos en una zona boscosa llena de vegetación de ribera y a continuación, transitando por senderos sombríos y pistas forestales, llegaremos hasta la antigua iglesia de Sant Baldiri. A partir de aquí y siempre vislumbrando el mar Mediterráneo como telón de fondo, bajaremos entre castillos rocosos hasta Sant Feliu de Guíxols. Justo antes de llegar al final de etapa es interesante subir hasta la ermita de Sant Elm, auténtico mirador de la Costa Brava y donde precisamente fue bautizada como tal.
Salida des de la población de Sant Feliu de Guíxols y bordeando la costa pasaremos por cala del Molí, cala Maset y playa de Sant Pol. Prosiguiendo nos encontraremos S’Agaró donde el Camí de Ronda® se reconvirtió en un paseo novocentista planificado y diseñado por el arquitecto Rafel Masó en el año 1916. La ruta continua hacia la playa de Sa Conca y después rodeando la desembocadura del río Ridaura, llegamos a la población de Platja d’Aro. Cruzamos esta población por el paseo marítimo y nos dirigimos hacia Sant Antoni de Calonge. El tramo que viene a continuación es espectacular ya que el Camí de Ronda® se convierte en un estrecho sendero que serpentea entre acantilados, calas de agua cristalina y playas de arena de grano grueso. El tramo de Sant Antoni de Calonge hasta Palamós transcurre por un agradable paseo marítimo al lado de la playa.
Partimos de Palamós y después de cruzar cala Margarita subimos a la cima del cap Gros. Las vistas desde este punto son excelentes. En breve llegamos a la playa de la Fosca, donde hay las ruinas del castillo de Sant Esteve. A partir de ahí empieza el tramo más salvaje del Camí de Ronda®. Pasamos por s’Alguer, pequeño núcleo de pescadores de arquitectura tradicional mediterránea, la playa de Castell, una de las únicas playas vírgenes de la Costa Brava, cala Canyers, cala Corbs, cala Estreta, cap de Planes y el Crit. A continuación subimos hasta cap Roig, para descender hasta la playa del Golfet y sin darnos cuenta llegaremos a Calella de Palafrugell. Desde aquí seguimos hasta Llafranc.
Salimos de Llafranc y después de una fuerte subida llegamos a la montaña de San Sebastià, donde hay el faro más potente de la península, una ermita, una torre de vigilancia de origen medieval y los restos de un poblado ibérico. Desde este punto, a los pies del acantilado conocido como el salt de Romaboira, las vistas de la costa son impresionantes. Bajamos por un sendero dirección cala Pedrosa y después serpenteamos los acantilados dirección Tamariu. A partir de esta población nos adentraremos por senderos estrechos que transcurren por medio del bosque hasta llegar a la playa de Aiguablava, port de ses Orats y Fornells. Para finalizar, después de una fuerte y mantenida subida, llegaremos a la población de Begur.
Etapa sin demasiado desnivel pero con muchos atractivos para ver. Una vez abandonamos Begur, la ruta se dirige hacia el pueblo de Pals, para continuar hacia Sant Feliu de Boada y Peratallada. Pals y Peratallada son pueblos medievales esculpidos literalmente en la roca idóneos para deternese y pasar un buen rato descubriendo el entramado de calles estrechas y sinuosas, murallas y fosados que dan carácter a estas poblaciones. Continuamos hacia la Bisbal d’Empordà pasando por senderos históricos que discurren entre los bosques de l’empordanet.
Volvemos otra vez al macizo de les Gavarres. Salimos de la Bisbal d’Empordà y por diferentes caminos cercanos al río Daró llegamos hasta el pueblo de Sant Sadurní de l’Heura. De aquí en adelante nos adentramos en el bosque con suaves y mantenidas subidas hasta llegar al Santuari dels Àngels, donde, el 8 de agosto del 1958, el pintor surrealista Salvador Dalí contrajo matrimonio religioso con su esposa Gala. Las vistas desde este lugar son espectaculares y la iglesia dedicada a la Mare de Déu dels Àngels es muy popular en toda la región.
Ultima etapa y retorno a Girona desde el Santuari dels Àngels. Acabaremos de conocer la parte norte del macizo de les Gavarres. Después de dejar atrás els Àngels descenderemos suavemente por senderos que discurren entre bosques de alcornoques y brezo. Después de una subida pasando por las minas del Nen Jesús llegaremos a la cima de la montaña de Sant Miquel, culminada por un castillo de época medieval y una torre de telegrafía óptica del siglo XIX. Las vistas desde este lugar son excelentes, la llanura del Empordà y del Gironès se nos abre bajo nuestros pies y un poco más allá se avista una hondonada donde el río Ter recorta las montañas de Sant Julià a la altura del desfiladero del Congost. Desde este punto iniciamos un bonito descenso hasta Girona.
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